La tradición catalana, en la fiesta de Sant Jordi, manda que las "princesas" reciban una rosa y los "príncipes" un libro. El paso del tiempo ha distorsionado los obsequios; ahora las rosas son azules, de golosina, en forma de imán, un dibujo,... los libros ya no son sólo para ellos.
Mis rosas fueron comestibles. Además, mi madre, que tanto me quiere y me apoya en todo lo que hago; me regaló un libro que será estupendo para seguir sacando ideas para el blog:
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Por otro lado, mi ahijado y sobrino Jordi celebró su santo. Dado que la leyenda de Sant Jordi se trabaja mucho en el cole y que para él era un día un poco más especial que lo que manda la tradición, pensé que lo propio era hacerle un regalo distinto a lo obligado:
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Se trata de una colección de animales de cartón para montar tu propia selva: "Libro tótem de los animales". La marca dCarton apuesta por "juguetes con alma"; juegos que despierten la imaginación y los sueños de los niños, lejos de las pantallas y los teclados. En otro post ya os mostré el árbol de Navidad de la misma marca, precioso. Podéis encontrar más productos e información en la sección "Niños" de http://www.lolascorner.com/
Las tradiciones son eso, tradiciones. Situaciones que se repiten un año tras otro y que, por su carácter histórico (real o no), se mantienen invariables en el tiempo. A veces hay que hacer excepciones, darle a un niño que celebra su santo el "protagonismo" que le corresponde; dejando a un lado lo que mande la tradición.
Los que habéis regalado cuentos, respetando la tradición, recordad: ¡Tenéis que contarlos!
Como madre de Jordi he de decir que me encanta el regalo de su madrina!
ResponderEliminarViva Sant Jordi y viva la tradición: me regalaron rosa y libro!
Espero tus posts sobre la autoridad.
Beso
Resulta que conocí a tu madre ayer, día de San Jorge, en la Librería Odessa (yo firmaba ejemplares míos) y me habló de tí con tanta ilusión... y, me pareció que este contenido te gustaría. Sinceramente me he quedado emocionada al verlo en tu bloc. Ahora ya nos seguiremos, saldrá mi portal en mi nombre. Un abrazo y adelante!
ResponderEliminarEn cuanto empiece a leer os lo hago saber! Me alegro que madre y ahijado esteis contentos!
ResponderEliminarVictoria! muchas gracias por su comentario en el blog y en la dedicatoria de mi ejemplar! Fue una buenísima recomendación; por lo que pude hojear, mi manera de pensar al respecto coincide bastante con la suya.
ResponderEliminarGracias por entrar en mi blog y contactarme.
Un abrazo
Felicidades por el blog y por la madre que tienes. ¡Todo un privilegio!
ResponderEliminarMuchas gracias por pensar en "El libro de animales", nos ha encantado el post.
ResponderEliminarGracias Victoria, el blog es cosa mía, pero la madre que tengo es todo un privilegio!
ResponderEliminardCarton, gracias a vosotros! Objetivo cumplido: santo celebrado y regalo acertado!!
ResponderEliminarOs seguiré la pista!
Autoridad-libertad. Como compaginarlas? Si damos libertad hemos de ser pacientes y aceptar las consecuencias de sus acciones. Si el resultado no es el esperado el adulto deberá acompañar al niño para q libremente aprenda q tiene q hacer. No podemos abrir la nevera y decirle: Q quieres d postre? Y en la nevera hay todo tipo de lácteos y como el niño es bajito y no llega verlo todo lo q hay... al final le decimos: tomarás esto!.
ResponderEliminarEn resumen: si se da libertad, se debe terminar dándola totalmente. Empecemos dando libertad en cosas fáciles, compaginándola con dosis de autoridad! ;-)
Yo soy partidaria de que los límites educan, y mucho. Hay dos variables (autoridad y afecto)que determinan el tipo de padres/educadores que somos: autoritarios, democráticos o permisivos; y el resultado que ésto tiene en los niños. Es una receta complicada.
ResponderEliminarDesde luego, la coherencia en todas las actuaciones del adulto hará más fácil el desarrollo del niño.