lunes, 21 de abril de 2014

My way

Palmas, palmones, monas y vacaciones. Se acabó lo que se daba. Algunos ya han vuelto a la rutina escolar. Otros esperamos a mañana.

Quedan (sólo) alrededor de 40 días de cole. Último esfuerzo para lograr alcanzar los objetivos del curso y pasar al siguiente con una buena base.

En la etapa de infantil, no es tanto una base conceptual como de hábitos y habilidades. 
Se trata de alcanzar logros que den al niño autonomía y capacidad reflexiva.

En este mes y medio, en el cole se avanza más rápidamente. Profesores y alumnos nos tenemos la medida tomada; sabemos qué, cómo y cuándo hay que hacer. Por eso, y en concordancia con la edad con la que trabajamos, tendremos que orientar el día a día a ampliar la capacidad de decisión de los niños, de manera que desarrollen la responsabilidad, el esfuerzo y la independencia. Lograr que un niño sea autónomo es una ventaja para él y para los que le rodean.



Papás y maestros debemos caminar juntos, ayudándoles a ganar su propio terreno y a vencer sus miedos e inseguridades.

Aunque nunca se deja de aprender, cada fin de curso tiene su propio sprint, durante el cual debemos procurar llegar al máximo de las posibilidades personales de cada niño.



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