sábado, 5 de enero de 2013

A SSMM los Reyes Magos

¿Cuántas cartas hemos empezado así en nuestra infancia? 

"Queridos Reyes Magos, este año he sido muy buena, por eso me gustaría que me trajerais..."



Hoy vuelven a tener todo el protagonismo los niños. Es un día de ilusión, de fantasía, de esperanza. La cabalgata, el zapato, la bandeja para los Reyes, el agua para los camellos... Se meterán en la cama pensando en si Melchor, Gaspar o Baltasar se van a acercar a verlos o en que si se levantan, los Reyes se irán con todos los regalos. 

La mañana del día 6 es convulsiva. No hay tiempo de asimilar lo que los Reyes nos han dejado la noche anterior. La mayoría de las veces aciertan pero en algunas ocasiones se equivocan o no dejan aquel regalo tan esperado. En cualquiera de los casos, hay que enseñar al niño a ser agradecido. 


La gratitud es una virtud muy importante y muy ligada a la empatía. Ser agradecido de pequeño sirve para valorar el esfuerzo de los demás, para comprender la ilusión que pone la persona que nos hace un regalo. Siendo agradecido es más fácil ser y hacer feliz a los demás. 

El agradecimiento, como la mayoría de las virtudes, se aprende del ejemplo. Los niños imitan a los adultos que les rodean y así van forjando su personalidad. La personalidad se compone de temperamento (características innatas, propias de cada individuo) y carácter (parte educable de la personalidad). En este sentido la gratitud, la alegría, la bondad, la generosidad... las virtudes en general se adquieren ejercitándolas y se ejercitan cuando se han aprendido del ejemplo y las experiencias que hemos vivido.


Que os traigan muchas cosas los Reyes y ¡recordad darles las gracias!

2 comentarios:

  1. Qué presión!
    Qué responsabilidad!...claro, es que educar a un niño es una gran responsabilidad.

    Este post me hace reflexionar sobre el hecho de que los adultos que rodeamos a los niños estamos siempre en su "punto de mira". Tendremos que ser "buenos, obedientes, estudiosos"...y AGRADECIDOS para que el buen ejemplo se refleje en las conductas de nuestros hijos... Ufff.
    Por cierto, GRACIAS Ana!

    María Reina

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